jueves, 17 de julio de 2014

Déjala ir



Demostraba un coraje y valentía que me hacían  estremecer y que admiraba tanto.Corría  sin aliento tras ella por los senderos  que bordeaban el parque, casi en la oscuridad, solo con  la luz de  alguna farola destartalada que iluminaba nuestro  camino como guiñándonos un ojo. No podía casi ni ver con todo lo que me iba tropezando mientras el mundo seguía su camino, había gente paseando a sus perros mientras miraban sus móviles sin disfrutar de sus fieles amigos, adolescentes escondiéndose para besarse y niños enfadados porque ya era  hora de volver a casa, no podía  ni imaginar que ella fuera tan rápida y corriera tanto  y yo fuera  tan lento que sólo utilizaba el corazón pero no sentía  las piernas, sólo la pude alcanzar cuando ella se  paró casi desfallecida. Escapaba de mí y de mi compasión sin saber  que no la  llevaba encima, me apartaba a empujones con los brazos, llena de una  rabia dulce e inocente y me suplicaba que me fuera, que no quería verme delante mientras parecía esconderse detrás de un mar de lágrimas valientes para impedir que la abrazara y que  le dijera que no la iba a abandonar  jamás en manos de  su maldito destino, que juntos oiríamos los últimos latidos de su corazón mientras el mío se rompe y se  avergüenza de no seguir el mismo camino.Sólo la cobardía me impediría derramar mi vida para seguirla  en su final del principio  de su  verdadera historia.



Metido en aquel taxi pensaba como iba a sobrevivir sin sus sonrisas, sin volver a ver su cara de niña dulce intentando regalar amor y ternura cuando alguien lo necesitaba,  como podría volver a respirar por las noches sin sus besos que me mantenían vivo hasta el amanecer alejándome de las pesadillas y luchando contra mis demonios, nunca había visto la ciudad tan oscura ni las sombras tan cerca de mí acosándome sin descanso como si supieran que ya no tenia a mi lado el  ángel de la guarda que me protegía con abrazos a la orilla del mar. Tímida cuando me acercaba y voraz cuando me alejaba para no discutir sobre lo maravillosa que era, amaba y cocinaba con absoluto derroche  pero no se dejaba amar con el mismo derroche porque pensaba que perdía su  fuerza y su dureza que tanto iba a necesitar para luchar contra ella misma. Su vida pasaba  tan rápido como el viento arranca hojas de un calendario, una cuenta atrás que acababa  por destrozar cualquier atisbo de voluntad dejando un reguero de lágrimas ausentes alrededor de aquel apartamento del centro donde se refugiaba de su dolor y mantenía su fortaleza sin que me permitiera ayudarla, yo solo podía esperar en la acera de enfrente vigilando q la luz de su ventana siguiera encendida y esperando que nunca se apagara hasta la mañana siguiente.


Las noches aún me despiertan de golpe, tiemblo con pesadillas empapadas en sudor, para volver a dormir y que mi corazón recupere su ritmo y deje de llorar  sin consuelo me gustaba recordar lo que sentí aquel día de primavera que nunca terminó en mi memoria cuando al bajarme del coche ella saltaba  por encima de un ramo de flores que le regalaba aplastándolo  para abrazarme y hacerme caer al suelo y así decirme que me quería sin pronunciar una sola palabra, ese abrazo y su ternura lo compensaba todo, incluso el haber nacido, ese instante fue mi Everest de emociones, la cima mas alta que iba a escalar, no se me ocurría mejor motivo para vivir y sentirme afortunado, descubrí el sentido de la vida tumbado de espaldas en una acera de cemento húmeda  y maravillosa,  siempre llegaba dispuesta  para rescatarme cuando era ella la que se ahogaba.
Ahora creo ver e imagino  que busco de una manera inconsciente  partes de su esencia valiente y llena de coraje  reflejadas en diferentes  mujeres que comparten lo mejor de su vida con personas a cambio  de sencillas sonrisas de gratitud.


Como dice la letra de la canción de Izal, solo quedará sin probar un sentido, el del ridículo por sentirnos libres y vivos



                                                        Video de  Izal: Qué bien

                                               



                                                         


1 comentario:

  1. El maldito anonimo otra vez, que sera lo que me llevo a seguir viendo tu blog aun sin leerlo, que sera lo que provoco mi repentina lectura y que sera lo que hace que relates mi vida, por que en la fecha exacta, por que en el momento exacto...
    Eso... eso nunca lo sabre, solo seguire leyendo en las sombras.

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