Me dirijo con curiosidad pero sin pausas ni remedios para la locura hacia Islas lejanas en medio de un inmenso Océano Pacífico con fina arena blanca donde solo se puede caminar descalzo. Allí el invierno es solo un cuento para asustar a los mas pequeños que juegan a ser piratas en la orilla. Sin sirenas, sus aguas cristalinas como espejos reflejan el rostro de tu felicidad mientras una brisa ligera te acaricia como si te conociera de toda la vida, palmeras centenarias dan sombra a las páginas que relees sin poder dejar de sonreír, el tiempo no existe ni se le espera y tu respiración se ralentiza viviendo por primera vez sin prisa ni miedo, no hay cadenas ni látigos, ni miradas de envidia, solo hay corales de cristal, finas lianas para hacer pulseras y miradas de cortesía que te dan la bienvenida. Las largas y calurosas noches de cielos estrellados y pinceles de colores nos inspiran para amarnos sin límites, ni físicos pero sobre todo ni mentales, no hay pensamientos, ni frustración, ni arrepentimiento, a la luz del fuego solo están tus sentidos a flor de piel bailando, ligeros y delicados pero apasionados como nunca antes habías imaginado, los cuerpos están desnudos pero la química del cerebro es la que te lleva al dulce edén donde la existencia recobra por fin su sentido y por supuesto donde siempre puedes tomarte una cerveza helada y compartir el último pitillo mientras amanece un nuevo día.
Sueños de papel donde dibujar el mundo en el que a cada uno nos gustaría vivir . ¿que harías si no tuvieras miedo?
"Alguien me ha dicho que en otra vida tal vez fui un náufrago que buscaba un faro y no lo encontró. O tal vez fui el guarda que lo encendía en una playa del Pacífico , solo y perdido como temo estar en esta vida. No lo sé. Tal vez es sólo que con el tiempo no todas las derrotas me parecen necesarias ni todo lo que cae merece quedarse ahí. "
Si no demuestras lo que sientes es que estas dispuesta a perder lo que quieres, te vi follar y fallar y no sé cuándo me gustaste más: cuando te contemplé proclamándote diosa o cuando te observé confesándote humana. En este paraíso de papel cuando el agua cubría nuestras cinturas pude verme en los reflejos de tus ojos al rozarte la luz y por primera vez supe quien soy. No se lo digas a nadie por favor, pero lo cierto es que casi me gusté.
Había una vez pero ya no.
" La única manera de lidiar con este mundo sin libertad, es volverme tan absolutamente libre, que tu mera existencia sea un acto de rebelión."
(Albert Camus)
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